El Feminismo extremo, como todo movimiento de izquierda radical, tiende a la autodestrucción. Solo hay que darles tiempo.
Muy sensata la reflexión final de Jordan Peterson.
Zorman, conocido desde que publicó «yo soy cani», subió hace unos días una canción chorra sobre el Coronavirus. Como siempre ironizaba usando todos los estereotipos posibles. Bueno, pues en Japón no se lo tomaron muy bien…
Os dejo la canción que ha generado esta tontuna internazional.
«Me han violetado la boca, porque me sabe a cemen».
Increíble como le mete un ataque directo a Roma, y cuando con mucha calma Roma se explica y le deja sin argumentos, él le replica como un preadolescente. La verdad es que cumple como nadie el perfil necesario para trabajar en Mediaset. Y si esto se lo toma como un insulto, hace bien.
He puesto el vídeo a partir del momento en el que empieza el «cara a cara», pero os recomiendo verlo entero. Una radiografía perfecta de la incompetencia y la manipulación más chabacana que se puede encontrar hoy en día.
Está claro que mueve mucha pasta en subvenciones y dinero público… pero cuando se traslada al cruel mundo de la oferta y la demanda… pincha estrepitosamente. Tiene una explicación.
Parece que ha calado entre las feministas que ser mujer y secsy, está mal. Muchas veces pienso que este feminismo hegemónico también es en parte una conspiración de mujeres feas intentando convencer a las guapas de que exhibir su atractivo está mal.