[…] Una de las cosas de las que estaba más orgulloso un matrimonio de sexagenarios mallorquines era su cuadro de Miró. El pintor catalán conoció al hombre en su juventud y le dedicó un cuadro que ahora valdría una fortuna. Él lo lucía en su chalet del interior de Mallorca hasta el pasado 28 de octubre, cuando su hijo lo troceó y le obligó a que se lo comiese. […]