Dentro de la llanta está el motor, con dos desarrollos, disco y pinza de freno, y generador. Además tiene la opción de distintos «skins» para simular llantas con addons de plástico. El paquete de baterías iría en el maletero, aunque en un futuro se podría sustituir por el depósito de gasolina, o utilizar huecos alternativos para no restar demasiado maletero, como el de la rueda de respuesto o el que ocupa el motor de combustión.

Cada rueda puede tener una potencia máxima de 100cv, así que con 4 de estas tendrías 400cv. El controlador se ocupa del reparto de potencia, haciendo las veces de diferencial. En caso de instalarse en modo híbrido, el controlador aplica la potencia en cada momento dependiendo del uso y modo que hayamos seleccionado. Si bien la masa no suspendida aumenta un poco, la parte de la llanta que gira es más ligera que una llanta convencional. Además, no hay ejes de transmisión, así que no hay transmisiones axiales de par a ninguna parte del chasis.

En este caso, un Civic Type R de 320cv, pasa a tener 420cv, tracción a las 4 ruedas, y mejora el 0-100 en casi un segundo.

La tecnología está «en fase beta», pero en un futuro es previsible que se abarate, y podríamos ver muchos coches «electrificados» sin complejas conversiones y sin necesidad de instalaciones intrusivas. Además, es totalmente reversible, de quita y pon.