Un ciclista que hacía turismo deportivo por México, decide pedir consejo a unos lugareños de 17 años. Es entonces cuando un chaval llamado Luis, con una bici regulera, se ofrece para hacer de liebre. Antes de ello, su colega Ronaldo (que hace de interlocutor) pregunta a la velocidad que prefieren ir. Luis es como el clásico tío con pinta de pringao al que retas al poker y te deja en pelotas.