Y sí, hay cebolla.
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Tengo la ligera sospecha de que es una zapatilla modificada para poder entrar a sitios donde no te permiten pasar si vas descalzo. Porque esas cuerdas las ha añadido para que no se le vayan subiendo las zapatillas por la pierna.
La verdad es que defender este asunto como un «es que matrimonio significa blablabla»… siempre me ha parecido una chorrada. Hay una realidad: existen las personas homosexuales, y deben tener los mismos derechos que cualquiera. Igualar esas uniones con «dos cuñadas viudas que se unen civilmente» es una falta de respeto a esas personas que quieren formalizar su relación de pareja, y no de forma instrumental para tener garantías y derechos de lo que un partido considera pareja «real» (a los ojos de JESUCRISTO).
Es legítimo defender lo que defienden, pero no pueden evitar que se perciba lo que hay detrás. Todo este discurso es una forma poco discreta de intentar camuflar lo que subyace: homofobia.
Grandes momentos de la política Española.
Es muy posible que el mejor momento de la historia de los debates electorales sea cuando Rajoy preguntó, riéndose, qué era un bonobús. pic.twitter.com/OFSfXyzjWv
— Javier Elío (@JavierElio) April 19, 2019
Cuando los inmigrantes ilegales aún no eran «migrantes» y el PSOE recriminaba al PP que les dejase entrar.
Velocirraptores y curas. No había tanta calidad desde que Sharknado plantó los pilares del cine moderno.
Enviado por Calipodelimón:
Qué pasa Finolis. Oye, todo el mundo hablando estos días de Vengadores End Game y no veo que se comente mucho el largometraje que puede aspirar a película del año.
